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Un piloto de Vueling aterriza de emergencia nada más despegar porque le niegan el ascenso.

Tiempos oscuros y complicados se ciernen sobre una de las compañías aéreas de bajo coste más importantes de nuestro país. El último incidente ha sucedido hace un par de horas escasas, cuando al iniciar la maniobra de despegue, el piloto, pidió a la torre de control un ascenso inmediato. Al parecer, lleva muchos años en el mismo puesto, y son numerosos intentos de aumentar su sueldo y su posición en la empresa. Pero parece ser que esta vez eligió un mal momento para hablarlo con sus supervisores. Fueron momentos tensos, ya que el avión aceleraba, y en la cabina seguía la discusión. Ante la negativa de los controladores aéreos, el piloto decidió abortar el despegue justo cuando ya se estaba elevando el aparato, por lo que el avión sufrió una sacudida importante, y casi salen de la pista. No hay que lamentar heridos, pero AENA va a demandar al susodicho por pilotaje arriesgado, y por negociar las cosas con quienes no tienen voz ni voto. En su defensa, el piloto asegura que se refería al ascenso de la nave, a volar vamos. Califica esta decisión de incomprensible, ya que siempre todos los pilotos solicitan permiso para ascender cuando van a despegar. Un comité de investigación estudiará el caso, y dará parte a la empresa responsable sobre quien es el que merece una sanción.